A pesar de lo trágico de la escena, los leones consiguen aplacar al hipopótamo, y este, perece bajo sus garras. Por dramático que parezca, los elefantes tienen que comer, y este animal será clave para la supervivencia del grupo.
Ante la duda de un posible escape del hipopótamo, los leones se unen para el ataque, y un tercero, pasará a formar parte del grupo, algo que solamente se suele dar cuando la presa es muy grande o peligrosa para que uno solo la cace.
Escapando del ataque En un intento desesperado por evadirse de los leones, el hipopótamo se acerca al agua, pero el más grande de los dos felinos se abalanza sobre el para evitar que se escape.
El aguerrido hipopótamo presenta batalla a los leones, cargando repetidas veces contra ellos. El hipopótamo ha de estar maltrecho, pues sabe que si se metiese en aguas mas profundas podría escapar de sus atacantes, pero prefiere plantarles cara, y los leones, se toman su tiempo para lanzar su feroz ataque sobre el.
Las marcas de las garras de los leones en el lomo del hipopótamo se hacen patentes tras su enfrentamiento con los leones. Corre el rumor de que los leones macho son vagos y las leonas son las cazadoras, pero eso no es del todo cierto. Ellas, cazan abundantemente pequeñas peizas, mientras que los machos son los que se encargan de los grandes mamíferos, como los búfalos, las jirafas y los hipopótamos.
Dos leones macho atacan a un joven hipopótamo en un encuentro que los expertos califican de inusual. En 2006, el fotógrafo Andrew Schoeman fotografió en Sudáfrica esta lucha en la cual los dos grandes felinos hicieron retroceder hasta cazar a este hipopótamo. Entre 1988 y el 2000, en la zona de Sabi Sands se identificaron 4000 animales muertos de mano de grandes depredadores. Solo uno de estos casos fue un hipopótamo cazado por elefantes.