Como cualquier madre gestante, Panang la elefanta quiere lo mejor para su bebé, lo cual es evidente mientras realiza cuidadosamente sus ejercicios prenatales.
Guiada por su cuidador Andi Fries, la elefanta de 20 años realizó una serie de estiramientos en su recinto en el zoológico Tierpark Hellabrunn en Múnich.
Panang, que está cerca del final de su periodo de gestación de dos años, está programada para dar a luz este mes o el próximo.
Los cuidadores del zoológico están ansiosos por el parto, ya que Panang ha estado embarazada dos veces antes, pero ambos terneros nacieron muertos.
Los mortinatos son comunes entre los elefantes, que experimentan partos difíciles, a veces resultando en que el bebé quede atrapado entre el útero y la pelvis.
De hecho, se ha descubierto que algunos elefantes cautivos llevan restos fetales momificados en sus úteros durante años.
Es por eso que Panang está siendo sometida a su régimen de ejercicios de estiramiento y fortalecimiento, diseñados para asegurar que su cría no crezca demasiado y para ayudarla a desarrollar los músculos en los que confiará durante el parto.
Los elefantes en cautiverio suelen tener las patas atadas durante el parto para evitar que se lastimen a sí mismos o a sus cuidadores.
Una vez que el parto ha terminado, la madre y la cría tienen espacio y privacidad para vincularse.