El triste bebé elefante se negó a dejar a su madre muerta a pesar de que había leones y hienas frente a él. Toda la manada se reunió para consolarlo emocionalmente.

Este es el desgarrador momento en que un elefante bebé se queda al lado de su madre muerta, intentando despertarla.

El desesperado cría empuja a su madre con su trompa en un intento de obtener una respuesta.

Finalmente, acepta que su madre ha muerto, pero se niega a alejarse de su lado, vigilando el cuerpo durante horas entre la larga hierba de la reserva Masai Mara en Kenia.

Otros miembros de la manada se reúnen a su alrededor para rendirle homenaje en una emotiva reunión.

Se cree que el elefante se retrasó y colapsó en la retaguardia de la manada; la razón de su muerte no está clara.

Se piensa que las marcas en su cuerpo son de leones intentando atacar el cuerpo antes de que la manada retrocediera para encontrar al elefante desaparecido; se les puede ver merodeando entre las hierbas.

La fotógrafa de vida salvaje Sarah Skinner capturó a los elefantes despidiéndose por última vez a finales del año pasado.

Sarah, de 38 años, dijo: “Siempre es triste escuchar que otro gigante grácil ha fallecido. Se me hizo un nudo en la garganta mientras observaba. Todos estábamos completamente sorprendidos por el increíble comportamiento que estábamos presenciando.

El elefante bebé simplemente se negaba a alejarse del lado de su madre, ocasionalmente tocando su cuerpo con su trompa. Quedó claro que este elefante estaba realmente afectado por la muerte de su madre.”

A medida que los elefantes que se habían congregado se acercaban, algunos volvían a tocar su cuerpo con sus trompas, mientras que otros simplemente permanecían en silencio y lamentaban su pérdida.

Siguiendo la solemne procesión, la manada se aleja, dejando al bebé para llorar solo al lado de su madre.

Se sienta con su madre mientras el día llega a su fin, continuando acariciándola con ternura con su trompa.

Incluso cuando llegan varios leones e hienas, el elefante se mantiene firme sobre su madre para proteger su cadáver hasta altas horas de la noche.

Sarah, de Berkshire, agregó: “Fue una escena emocional que francamente nunca olvidaré.”