Investigadores han descubierto cientos de ánforas de vino de alrededor del 3000 a.C.
El descubrimiento se realizó en el Alto Egipto, a unos 10 km del río Nilo, por arqueólogos de la Universidad de Viena.
Específicamente, el equipo de científicos internacionales desenterró las ánforas de vino en el complejo funerario de Meret-Neith en la necrópolis real de Abydos.
Se dice que Meret-Neith existió hace unos 5000 años y sirvió como reina de Egipto alrededor del 2950 a.C.
El hecho de que la reina fuera enterrada con una gran cantidad de vino, parte de la cual aún estaba sellada, podría indicar su gran riqueza e importancia en ese momento.
Algunos arqueólogos creen que incluso pudo haber sido la primera faraona de Egipto.
Junto con las ánforas de vino, los científicos también descubrieron semillas de uva y restos del vino que alguna vez las contenía.
Los investigadores también desenterraron inscripciones que afirmaban que Meret-Neith era responsable de importantes cargos como el tesoro real.
El equipo utilizó nueva tecnología arqueológica para comprender mejor cómo se construyó el monumento de Meret-Neith.
Desarrollado con ladrillo, arcilla y madera, el complejo incluye las tumbas de 41 cortesanos y sirvientes que fueron enterrados con ella.
El análisis mostró que el monumento de la reina no se construyó todo al mismo tiempo, sino en intervalos.
Otras investigaciones también sugieren que los cortesanos y sirvientes fueron enterrados con la reina como un honor.
La tumba de la reina fue descubierta por primera vez por el egiptólogo británico Sir Flinders Petrie en 1899-1900.
“La reina Meret-Neith probablemente fue la mujer más poderosa de su tiempo”, dijo la arqueóloga de la Universidad de Viena, Christiana Köhler.
“Los investigadores actuales especulan que ella podría haber sido la primera faraona de Egipto en la antigüedad y, por lo tanto, la predecesora de la posterior Reina Hatshepsut de la dinastía 18”, agregó.
“Su verdadera identidad sigue siendo un misterio”.