Medio siglo después de su recuperación frente a la costa de Calabria, el misterio de estas dos magníficas estatuas griegas todavía desafía a los científicos.

Medio siglo después de que fueran recuperadas frente a la costa de la región italiana de Calabria, en 1972, el misterio sobre estas dos magníficas estatuas griegas permanece.

Hasta el día de la fecha, ni arqueólogos ni científicos de otras disciplinas han podido identificar con certeza quiénes representan estas estatuas de bronce, cuándo fueron creadas y cómo terminaron en Calabria.

Descubrimiento de los Bronces de Riace

Descubiertas por Stefano Mariottini en la localidad de Riace, las dos estatuas fueron transportadas al Museo Nacional de Reggio Calabria, donde fueron sometidas a una restauración inicial que eliminó las capas de arena concretizada que las recubrían. Luego siguieron nuevas restauraciones en Florencia y nuevamente en Reggio.

Sin embargo, todavía no se ha establecido con absoluta certeza si el par de estatuas fue, desde el principio, un solo grupo, o si su relación se produjo durante el transporte sobre el mar y estaban destinadas a ser dos “entregas” idependientes.

Descripción

Su identificación exacta también es bastante incierta y debatida: ¿eran atletas, héroes, como Agamenón y Ajax, Mirone y Alcamene, Aquiles y Patroclo, Tydeus y Amphiaraus, o deidades? De lo que sí están seguros es que las estatuas fueron creadas en Ática o Argólida, en el Peloponeso.

Tienen casi la misma altura, alrededor de dos metros, y ambos están desnudos, un emblema de estatus divino o heroico, y su postura es la misma (la pierna derecha está recta, la izquierda doblada).

Originalmente iban acompañados de armas, de una panoplia: cascos, escudos de armas (sostenidos por el brazo izquierdo doblado) y una lanza (sostenida por la mano derecha baja) al modo hoplita.

Los detalles anatómicos están representados con extrema precisión, hasta las venas y arterias son visibles. Su poderosa musculatura irradia fuerza y ​​la perfección de la forma humana. Ambos se fabrican con la técnica de fundición a la cera perdida y son el símbolo del Museo Arqueológico Nacional de Calabria.

“Bronce A” (el joven) tiene el pelo recogido por una banda y una barba espesa y abundante, con sus mechones modelados individualmente. “Bronce B” (el viejo) tiene una cabeza más suave, inclinada hacia arriba para acomodar mejor el casco corintio, que se eleva por encima de su cabeza para revelar la cara.

Son dos de los pocos ejemplos en bronce que quedan del arte griego antiguo, junto al Poseidón del Museo Arqueológico Nacional de Atenas y al auriga de Delfos. Si bien la datación de los bronces de Riace es controvertida, ciertamente representan dos ejemplos magníficos de los bronces del siglo V a.C.

Últimas Teorías

Según Daniele Castrizio:

Los Bronces de Riace eran rubios y dorados y se fabricaron en Argos, en el Peloponeso griego, ambos a mediados del siglo V a.C., en el mismo taller pero por diferentes maestros.

En la época griega, las estatuas aparecían rubias y doradas, en la época romana eran de un negro brillante. Los bronces se exhibieron originalmente en Argos. Después, fueron llevados a la capital y exhibidos allí al menos hasta el siglo IV d.C.

Los Bronces en origen eran cinco y no dos, y tienen un origen mitológico: formaban parte de un grupo estatuario que representaba el momento inmediatamente anterior al duelo fratricida entre Eteocles y Polinices, hermanos de Antígona, del mito de los ‘Siete contra Tebas’ relacionado con el de Edipo. A y B son Polinices y Eteocles, que se retan a duelo por el trono de Tebas.

 

A pesar de esta afirmación tan rotunda, su hipótesis no es concluyente y se suma al resto de teorías sobre estas magníficas esculturas. Hay que saber que se llegaron a recoger muestras, sobre el Bronce B, de la tierra de fundición original. Datándose y ubicándose en la Atenas del siglo V a.C.

Tras la restauración efectuada hacia 1995, se descartó la hipótesis que se podía tratar de atletas o personajes históricos reales, orientando las investigaciones hacia la identificación como dos figuras heróico-mitológicas, posiblemente del ciclo de Tebas.

Reconstrucción hipotética de los Broces:

A finales de septiembre de 2015, con la ayuda del departamento de medicina forense de la Universität Bern, se imprimió una réplica en 3D de los mismos.

Se le encargó al escultor Christoph Bergmann de Munich, familiarizado con las formas del arte clásico a través de su propio trabajo, buscar las armas y las prendas de cabeza que pudieran llevar. Con la ayuda de las huellas encontradas en el cráneo del Broce B, se pudo verificar que la figura alguna vez lució un llamado alopekis en la cabeza, una gorra de piel de zorro de la panoplia de los tracios, un pueblo de las montañas.